Sana, rápida y saludable, esta receta de tortilla de calabaza y cebolla es una alternativa a la tortilla de papas. Más liviana, con menos almidones y con mucha más fibra, la calabaza es el sustituto por excelencia de la papa cuando se quiere comer light. Y además la tortilla de calabaza es muy rica. Por si nunca se te había ocurrido que el zapallo y todas sus variedades, desde el anco a la calabaza podía ser un ingrediente protagonista para la tortilla, con esta receta vas a comprobar que es así. Probala, facilísima, y para comer fría o caliente.
En un bol colocar la ciboulette y hojitas de tomillo picadas, los huevos, sal, pimienta y una pizca de chile.
Pelar y cortar la calabaza en cubos chicos, retirando las semillas y la pulpa interior.
Calentar muy bien una sartén, agregar 3 cucharadas de aceite y dorar levemente la calabaza salteándola constantemente hasta que quede blanda. Retirarla y reservarla junto con la preparación anterior.
En la misma sartén, incorporar la cebolla de verdeo y los dientes de ajo en láminas, y la cebolla morada en cubos.
Cocinar a fuego bajo durante 5 minutos, luego agregar azúcar y caramelizar. Unir con la mezcla de huevos y calabaza hasta integrar todos los ingredientes.
Limpiar la sartén, llevarla al fuego, calentarla bien, agregar dos cucharadas de aceite y volcar el batido de vegetales.
Cocinar por unos 3 minutos, dar vuelta la tortilla con ayuda de un plato y volver a la sartén.
Cocinar hasta conseguir el punto de cocción deseado.
En un cuenco pequeño, batir el queso crema, la leche, el queso azul desgranado, el jugo de limón, sal, pimienta y perejil fresco picado. Servir la tortilla con hojas de espinaca condimentadas con sal, pimienta y oliva, y el aderezo de queso.