¿Alguna vez probaste el puré de remolacha? Cuando veas lo rico que queda probablemente nunca más se te ocurra acompañar el carré de cerdo con el típico puré de manzanas que es una costumbre del tiempo de nuestras abuelas. Por qué ser tan tradicional, tan apegado a las viejas usanzas. Hay que variar un poco. Y para eso, claro está, nada mejor que este puré de remolacha. Nada de remolachas hervidas en cubos, nada de ajo ni de perejil. Acá te presentamos una carne noble, tierna, bien embriagada de cervecita y miel como a vos te gusta, con una guarnición de dioses. Qué vegetal del paraíso es la remolacha. Y qué fiaca da quitarle la piel, jaja. Y cuidado con la ropa y el cambio de color en... bueno ya sabés. Tiene un par de secretos lograr un puré de remolacha perfecto, como también los tiene que tu carré de cerdo salga de diez. Todo, todo te lo contamos en este paso a paso revelador.
En una cacerola reducir a fuego bajo la cerveza con la miel y la mostaza hasta obtener una salsa densa. Terminar con sal, pimienta negra molida y estragón fresco picado. Reservar.
En una parrilla con bastante fuego, sellar el carré entero de ambos lados.
Retirar las brasas y cocinar a fuego moderado durante 20 minutos, aproximadamente. Salpimentar y pincelar con el aderezo de mostaza.
Reservar con muy poco fuego hasta el momento de servir.
Este corte se consume algo húmedo en el centro. Si se pasa el punto de cocción, se seca.
Pelar las remolachas, salpimentarlas, envolverlas en papel de aluminio y cocinarlas sobre las brasas hasta tiernizar. Reducir a puré y mezclar con los piñones picados.
Condimentar con canela, Tabasco, sal y pimienta negra recién molida.
Agregar 1 cucharada de manteca para que el puré quede cremoso, y reservar caliente.
Cortar bifes jugosos del carré.
Servirlos con el puré de remolacha junto con salsa de mostaza, cerveza y miel.
El secreto para disfrutar de un plato tan suculento como el carré de cerdo con puré de remolachas es comerlo en un ambiente tranquilo, relajado, con unas luces tenues, música suave, en un ambiente ideal, como se debe. Y después una caminata suave, un paseo o una siesta corta. Y el postre bien alejado de la comida.
Si no conseguís piñones reemplazalos por semillas o por nada. El carré de cerdo, el puré de remolacha, se defienden solos.