Las supremas son pechugas tiernas y suaves de pollo, rebozadas en pan rallado, riquísimas. A los chicos les encantan las supremas de pollo porque son una comida sencilla que compite cabeza a cabeza con las milanesas de ternera. En una época estuvo muy de moda. Se trata de un plato simple y riquísimo que se sirve acompañado por una salsa cremosa de choclo y una banana frita rebozada. De sabor dulzón, es hora de volverla a poner en el podio de los menús familiares, porque lo merece y porque le aporta diversión al momento de sentarnos a la mesa.
Retirar la piel de las pechugas de pollo y salpimentar. Batir 2 huevos con sal, ralladura de limón, perejil, romero y tomillo picados.
Pasar las supremas por harina, luego por los huevos batidos, y después por pan rallado. Volver a pasar las pechugas supremas por huevo, y por pan rallado.
Freír en abundante aceite caliente. Escurrir sobre papel absorbente.
Poner en una cacerola 3 cucharadas de manteca y 3 de harina, y cocinar 3 minutos sin dejar de revolver.
Añadir la leche y el caldo caliente de a poco, revolviendo con cuchara de madera. Salpimentar y condimentar con una pizca de nuez moscada.
Cocinar a fuego bajo hasta que la salsa espese. Para la crema de choclo, incorporar una cucharada de aceite en una sartén caliente y rehogar la cebolla.
Agregar los granos de choclo rallados, la salsa bechamel y la crema de leche.
Cocinar 3 minutos y salpimentar. Batir los huevos restantes con sal.
Pelar las bananas y cortar por la mitad. Pasarlas por huevo y pan rallado. Repetir y freír en abundante aceite caliente.