Muerte de bebés en Córdoba: van a juicio la enfermera acusada de los asesinatos y exfuncionarios por encubrimiento

CÓRDOBA.- El juez Juan Manuel Fernández López confirmó la elevación a juicio para Brenda Agüero, la enfermera acusada de asesinar a cinco bebés y de intento de homicidio de otros ocho. También enfrentarán el proceso exfuncionarios provinciales imputados por encubrimiento, entre ellos quien fuera ministro de Salud, Diego Cardozo. Todos enfrentarán a jurados populares, luego de que el magistrado confirmara en su totalidad la instrucción del fiscal Raúl Garzón.

El caso en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba conmocionó a la sociedad en agosto de 2022, cuando se conoció la muerte de cinco bebés ocurridas entre marzo y junio de ese año. La investigación de la fiscalía determinó que la presunta autora es Agüero, detenida desde mediados de aquel mes, acusada de homicidio calificado por aplicar un método insidioso a las cinco criaturas e intento de homicidio de ocho recién nacidos sobrevivientes. La pena prevista para estos delitos es prisión perpetua.

La otra detenida, con prisión domiciliaria, es la exdirectora del Neonatal Liliana Asís, quien el año pasado sufrió un agravamiento de la acusación cuando cambió a encubrimiento calificado. Por su parte Cardozo y el exsecretario de Salud Pablo Carbajal están imputados por encubrimiento doblemente calificado.

También están imputados el exsecretario legal del Ministerio de Salud Alejandro Gauto; Claudia Ringelheim, exvicedirectora del Neonatal, que llega a juicio por omisión de deberes de funcionario público y encubrimiento agravado calificado por el hecho precedente y por su calidad de funcionaria pública; Marta Gómez, exjefa de Neonatología; Blanca Ariza, exjefa de Enfermería; y la médica Adriana Morales.

Las muertes de los bebés en Córdoba se produjeron entre el 18 marzo y el 5 junio de 2022. La investigación judicial comenzó el 4 de julio. Garzón precisó que en ese lapso hubo “sospechas crecientes” del porqué de las muertes. “Hubo una progresividad en el conocimiento y también ocultamiento, y hasta destrucción de pruebas”, refirió el fiscal para argumentar el agravamiento de las acusaciones de los exfuncionarios. Es decir, entiende que su conducta superó la acción de “omitir” y apuntó a “ocultar”.

Los peritajes confirmaron el perfil serial de quien atacó a los bebés. No definieron quién fue, pero sí determinan que “se observaron eventos, lesiones y análisis de laboratorio que no tienen sustento médico justificado para que sean de causa natural y sin participación de un tercero”. “Se puede afirmar que una sola persona puede realizar sin inconvenientes la agresión”, indicaron.

La metodología

“La imputada habría inoculado a bebés de pocas horas de vida, de forma oculta y aprovechándose de su profesión como enfermera, que le permitía tener contacto con los recién nacidos, incluso en presencia de sus padres, sin generar sospecha alguna, obteniendo de ellos la confianza propia por su actividad”, describió el fiscal Garzón en un tramo de la resolución en que agravó la acusación contra Agüero.

Explicó que “la sustancia que habría sido administrada en los casos endilgados –potasio–, y la manera en la que lo fue, es letal para todo ser humano, más aún para bebés de horas de vida. Todo ello, implica un plus en el accionar de la encartada, teniendo en cuenta que las víctimas directas estaban absolutamente indefensas, vulnerables y que no tuvieron ninguna oportunidad de resistirse”.

Había autopsias, al inicio de la causa, de dos de los bebés fallecidos, que corresponden a las recién nacidas Angeline Rojas y Melody Luz Molina. Ambas murieron el 6 de junio de aquel año y, según los informes anexos, fue como consecuencia de un cuadro de “hiperpotasemia” o exceso de potasio en el cuerpo, que fue “inyectado de manera intencional”. Las otras tres muertes fueron entre marzo y mayo.

La enfermera está presa en la cárcel de Bouwer desde mediados de agosto de 2022. Ya se le completaron los peritajes psicológicos y psiquiátricos, y se hicieron estudios anexos a las historias clínicas de los otros tres bebés muertos que no tenían autopsias, así como a las de los ocho que sobrevivieron después de descompensarse. La búsqueda siempre estuvo orientada a los patrones comunes de síntomas. Participaron siete médicos en esos estudios anexos.