Extorsiones: cuatro detenidos, rifles y granadas en un operativo contra la facción A. C. de la mafia china

Una investigación que comenzó con la detención de dos jóvenes en cercanías de un supermercado chino derivó en una serie de allanamientos donde se apresó a cuatro supuestos integrantes de la facción A. C., que significa Argentina-China, de la denominada mafia china.

En los operativos, ordenados por la jueza en lo criminal y correccional porteña Paula González, detectives de la División Antifraude de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía Federal Argentina (PFA) secuestraron dos rifles de aire comprimido, municiones, chalecos antibalas, inhibidores de señales, más de 40 tarjetas SIM, documentación, máquinas contadoras de billetes, carteles con el logo de la mafia, una granada de guerra y otra de humo, armas y explosivos utilizados para amenazar a las víctimas.

“Los documentos que se incautaron serán analizados, pero se presume que tienen los listados de los supermercados que abonan mensualmente sumas de dinero a cambio de no ser víctima de daños, lesiones y otras agresiones”, explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.

Los cuatro detenidos, todos de nacionalidad china, fueron trasladados al Departamento Central de la PFA, donde quedaron alojados a disposición de la jueza González.

Como se consignó, la investigación comenzó con la detención de dos sospechosos en las cercanías de un supermercado chino.”Los dos jóvenes, de nacionalidad argentina, tenían misivas extorsivas. Tras análisis de los teléfonos celulares que le fueran secuestrados, los detectives lograron determinar que los detenidos respondían a dos ciudadanos chinos presuntamente integrantes de una facción de la denominada mafia china”, explicaron fuentes policiales.

“Son un desprendimiento de la histórica mafia ‘Pi Xiu’ que desde 2016 esta división especializada de la Policía Federal viene desarticulando con diversos operativos. Son conocidos por violento e histórico accionar dentro de la comunidad china instalada en nuestro país”, dijo a Télam un jefe policial ligado a la pesquisa.

Las fuentes explicaron que el modus operandi siempre es el mismo: empiezan intimidando con notas de carácter extorsivo, exigiéndoles sumas de dinero a supermercadistas y comerciantes a cambio de brindarles “protección”. Luego, según las fuentes, continúan las agresiones que van desde ocasionar incendios a los comercios hasta el envío de un tirador a sueldo que disparan contra aquellos que se niegan a pagar.

Un caso con esta modalidad ocurrió el 7 de abril pasado en un supermercado chino ubicado en la calle Monroe al 5400 de Villa Urquiza, donde su dueño fue baleado en las piernas por dos sicarios.