Si nunca hiciste una tarta de peras, no sabés lo que te perdés. Es facilísima y muy pero muy rica. La tarta o torta de peras es una confitura dulce, liviana y tan rica o más que la torta de manzanas. Cuando uno dice pera, piensa en la Williams, la más perfumada, la más dulce pero se deteriora rápido, por eso hay que comprarlas un poco verdes porque las frutas siguen madurando aunque estén afuera de la planta. Incluso para cocinar es mejor que estén verdes, porque en la cocción logran su punto perfecto. Cuando se termina la pera Williams, alrededor de mayo, junio, todo el resto del año encontramos la Packham’s Triumph, que es un poco más firme, menos jugosa, más fibrosa y también es ideal para cocinar. Esta receta de tarta de la pastelera Isabel Vermal, conocida por sus participaciones televisivas, es todo lo que está bien. La pastelera es fanática y conocedora de la pera y la recomienda para muchísimas presentaciones, como esta tarta de peras con crumble, ¡un espectáculo!.
Para el almíbar: Colocar el azúcar en una cacerola y cubrir con agua. Llevar a hervor unos minutos hasta obtener un almíbar. Pelar y dividir las peras en dos, llevar al almíbar. Cocinar a fuego bajo hasta que transparenten. Reservar.
Para la torta: Procesar hasta obtener un arenado el azúcar, harina, sal y manteca. Reservar la mitad de la preparación. Agregar al arenado de la procesadora los huevos, la crema y el polvo de hornear y mixear hasta obtener una crema.
En un molde desmoldable enharinado y enmantecado colocar la arenilla de base. Presionar, cubrir con las peras en almíbar y completar con la crema. Sembrar con avellanas. Hornear a 140° C por 1 hora. Espolvorear con azúcar impalpable.
Esta tarta de peras con crumble lleva avellanas pero las podés reemplazar por cualquier otro fruto seco, como nueces, almendras o pistachos.
La tarta de peras con crumble combina muy bien si al momento de servir le agregamos una bocha de helado de crema americana.