Me convertí en experta en asar roast beef y cualquier corte de carne con un solo secreto: 3 horas en horno a fuego mínimo. Así, cuidando de ir agregando líquido para que no se seque logro unos platos fabulosos por los que mis amigos, familia y los más chicos me preguntan cada vez que los prueban. Y siempre son los mismos no es que tengo un repertorio de comensales distinto, pero nadie me cree que el único secreto es ese. Lo que le pongo como condimento a las carnes, la calidad de la carne, si es kosher o no, si es de marca tal o no, si le pongo manteca (todos saben que no porque no mezclo carnes con lácteos) o si le puse vino o algún ablandador especial es anecdótico. Me gusta probar fondos de cocción y variarlos: a veces ketchup y cebollas, otras mostaza, me encanta aprovechar la cerveza que quedó en alguna botella y hasta espumantes finísimos le he tirado a la bandeja. Lo que nunca había probado era... ¡el café! Hasta que unos amigos nuevos que me hice en las redes me pasaron esta receta de salsa de café para carnes y estallé. Nos encantó por el perfume, el color y la intensidad que da la combinación de un buen café colombiano recién molido. Lleva crema de leche pero yo como no uso la reemplacé por aceite de coco y quedó perfecta. Te la paso por acá, completa tal como me la dieron Marcelo y Luz.
2 cucharadas de café (yo usé el Oromo Tropical Blend Colombia Supremo Brasil que me lo preparó mi marido en la Volturno que sale bien concentrado, pero lo podés preparar en cafetera eléctrica o como lo prepares habitualmente).
½ cucharada de fécula de maíz
1 cucharada de azúcar
1 rama de romero fresco
2 hojas de laurel
½ cucharada de sal.
1/2 cucharada de especias como curry, cúrcuma. Yo usé pimienta de jamaica que me pareció que iba a quedar muy bien con el café. También le tengo fe a la nuez moscada,otra buena amiga del café.
Preparación
1. Calentar la crema de leche hasta punto de ebullición y retirar del fuego (yo no lo hice,usé aceite de coco)
2. Añadir los demás ingredientes (excepto la fécula de maíz)
3. Hidratar la fécula de maíz con un poco de agua fría e incorporar a la preparación (este punto es clave para que te quede una reducción espesa y gelatinosa tipo mermelada)
4. Añadir una cuchara de curry para un nuevo sabor (opcional).
5. Bañar con la salsa la carne que más te guste y emplatar.
Podés hacer la salsa y guardarla en la heladera hasta la hora de servir la carne.
Gracias @oromosentidos por la idea. ¡Adoptable absolutamente!