Si al mejor estilo Feliz domingo alguien pidiera “sin repetir y sin soplar” que se nombraran recetas con acelga, las primeras que surgirían serían, sin dudarlo, la tarta Pascualina y los buñuelos. Pero es poco probable que se eligieran preparaciones hechas con los tallos de esta verdura ya que, por desconocimiento, muchas veces no se utilizan o terminan en la basura. “Las raíces y tallos poseen más vitaminas y nutrientes que aquellas partes del vegetal que normalmente consumimos (las hojas). Esto se debe a que son los órganos de nutrición de los vegetales y, por los pelos absorbentes de sus raíces, la planta obtiene el agua y las sales minerales (savia bruta). Por su parte, en las hojas se efectúa la fotosíntesis y es ahí donde la planta recibe aminoácidos y azúcares que constituyen la savia elaborada. Por el tallo circulan los dos tipos de savia: la bruta y la elaborada”, explica la nutricionista María Paula Erroz que nos pasa esta receta de pencas de acelga en escabeche, para tener siempre un snack rico y saludable.
Condimentos a gusto: ajo, laurel, ají molido o pimienta negra en grano.
Preparación
Separar las pencas de la hojas, lavarlas muy bien y cortarlas.
A continuación, colocarlas en una olla, agregar el vinagre, el aceite, el vino blanco y una taza de agua y poner a hervir. En caso de que se necesite más líquido, se debe agregar agua.
uando las pencas estén a punto, se deben retirar del fuego y dejarlas enfriar.
Finalmente, hay que envasarlas con aceite, vinagre y los condimentos elegidos hasta llenar el recipiente. Llevarlas a la heladera y dejarlas reposar durante, al menos, cuatro días.
El escabeche se puede poner en una ensalada, entre panes o en platitos como un ingrediente más de una picada de quesos y fiambres.