Las bolitas de harina de matzá que se conocen como “kneidalaj” son el plato más celebrado de las pascuas judías que transcurren durante los 8 días de la conmemoración de Pesaj. Son una especie de ñoquis que realmente no tienen un sabor delicioso pero que se convirtieron en un ícono de la festividad, quizá porque es la única época del año en que las familias judías preparan platoso con kneidalaj. Podrían comerse todo el año pero prácticamente a nadie se le ocurre hacerlas. ¿Por qué? No hay por qué, diría la señora del viral. La cuestión es que la sopa de pollo con kneidalaj es el plato estrella de las bobes, las abuelas, con sus secretos de ese sabor ta especial que cada una de ellas guarda bajo siete llaves y que ellas solo transmitirán a las futuras generaciones cuando decidan que el momento propicio ha llegado. La receta, que aquí encontrarán, es la de mi suegra. Es la básica, la que se puede escribir y replicar. Ahora, ese ingrediente secreto, mágico, el del sabor de tu abuela, ese que despierta recuerdos guardados en el alma, lo vas a tener que poner vos. Hacé esta receta con mucho amor y descubrí tu magia en los kneidalaj de harina de matzá para Pesaj. Con esta cantidad de ingredientes salen entre 30 y 50 bolitas.
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio (opcional)
1 cucharadita de polvo de hornear (opcional)
Preparación
En un bol mezclar todos los ingredientes e ir revolviendo. Es conveniente ir echando el agua en forma gradual y calcular a ojo la cantidad adecuada ya que puede ser menos o más de la cantidad sugerida (2 tazas). La masa tiene que quedar pegajosa y blanda, más parecido a una pasta que a un bollo.
Llevar el bol con la pasta de harina de matzá a la heladera y dejar reposar por media hora.
Con una cucharadita de té o directamente con las manos ir sacando porciones pequeñas de pasta y armar bolitas con las manos. El tamaño ideal es de un centímetro de diámetro, ya que al cocinarse en agua, caldo o salsa se van a inflar y duplicarán o triplicarán su tamaño (se hacen más grandes en caldo y se mantienen más compactas en salsas espesas).
Cocinar durante 20 minutos. Luego servir con la preparación deseada (sopa o salsa).
Las kneidalaj se pueden freezar tanto crudas como cocidas. Si se van a freezar crudas tener la precaución de colocarlas separadas unas de otras en un taper o una fuente pero no en una bolsa, para que no se apelmacen y se puedan separar al momento de usar. Al cocinarlas no hace falta descongelar: van directamente al caldo o la salsa.
Hay quienes para darle más aire a la masa utiliza soda en lugar de agua. El polvo de hornear y el bicarbonato también son opciones que le dan más aire a las bolitas de kneidalaj.
Las kneidalaj son perfectas para reemplazar ñoquis con tuco, para acompañar carnes y pollos con salsa como estofado y, su versión más tradicional, en la sopa de pollo.