Caminaba por su barrio con un detector de metales y encontró un tesoro de valor incalculable: “El hallazgo del siglo”

Erlend Bore, de 51 años, visitó a su médico a principios de año pasado y este le pidió que intentara pasar menos tiempo sentado. Tras analizar sus opciones, compró su primer detector de metales, como todo un amateur. Con la excusa de salir de su casa para caminar más, se dispuso a pasear por las afueras de la ciudad de Stavanger, en Noruega, donde realizó un descubrimiento de gran valor monetario e histórico.

A los pocos pasos, Bore ya encontró algo extraño. Primero, un pedazo de chatarra y luego una pequeña moneda. Luego, cuando caminó cuesta arriba, el dispositivo volvió a emitir un sonido. El hombre tomó con sus manos el montón de arena y creyó que se había encontrado unas monedas de chocolate, pero se trataba de oro puro.

“Es el hallazgo del siglo en Noruega. Descubrir una cantidad tan significativa de oro a la vez, es extremadamente raro”, señaló Ole Madsen, director del Museo de Arqueología de la Universidad de Stavanger, cuando vio el tesoro.

Lo que Erlend Bore en realidad encontró fue un tesoro de incalculable valor en aquella región escandinava. Se trataba de un botín compuesto por nueve collares de oro en forma de monedas, grabadas con raros símbolos de caballos, además, diez piezas de oro y tres anillos del mismo material. Todo en perfecto estado de conservación. “Al principio pensé que había encontrado monedas de chocolate o un tesoro pirata de plástico. Fue surrealista”, contó el hombre, de acuerdo con el sitio oficial de la universidad en septiembre pasado. El explorador narró que se le aceleró el corazón con su hallazgo.

¿A cuánto asciende el valor del tesoro encontrado en Noruega?

El tesoro noruego que Erlend Bore encontró en la ciudad de Stavanger estaba enterrado en una propiedad privada, y conforme a la Ley del Patrimonio Cultural de Noruega, a quienes descubran valiosas piezas históricas para el país, se les otorga una cantidad de dinero que se dividirá entre él y el dueño del terreno. La autoridad que determina la suma es la Dirección Noruega de Patrimonio Cultural, pero aún no ha sido revelada.

Håkon Reiersen, profesor del Museo de Arqueología de Noruega, comentó que es probable que las piezas de oro desenterradas hayan pertenecido a notables personajes del siglo XIX y que pudieron haber sido parte de importantes ofrendas dedicadas a los dioses, debido a la crisis de siembra de aquel entonces.

“Los nueve colgantes y las cuentas de oro habrían formado un collar excepcionalmente espléndido, elaborado por hábiles orfebres y usado por los individuos más poderosos de la sociedad. Encontrar tantas juntas es extremadamente raro. Este es el primer hallazgo de este tipo en Noruega desde el siglo XIX y también es un hallazgo poco común en el contexto escandinavo”, dijo el arqueólogo.

Además del valor de todo el conjunto de piezas de oro, otro detalle que lo hace excepcionalmente especial es el grabado, debido a que difiere de todo lo que se ha localizado en Escandinavia. Sigmund Oehrl, otro profesor del museo, piensa que es probable que sea una mezcla de símbolos tradicionales, como el caballo, y elementos cristianos, que se propagaron también por aquella región.

“Normalmente, los símbolos de los colgantes representan al dios Odín curando el caballo enfermo de su hijo Balder. Durante el Período de Migración, este mito era visto como un símbolo de renovación y resurrección y se creía que ofrecía protección y buena salud al portador”, explicó.

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