España: amnistía rechazada
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, sufrió un duro revés en el Congreso con el rechazo de la ley de amnistía para los independentistas catalanes, un golpe que evidenció la fragilidad de sus apoyos a dos meses de haber sido reelegido. Votaron en contra el partido Junts per Catalunya, del líder independentista Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica y declarado prófugo por la Justicia española, que consideró que la medida no blindaba a los separatistas ante todos los delitos que se les podrían imputar. Incluir en la ley todo tipo de terrorismo y los delitos de alta traición no fue aceptado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Los siete votos del partido de Puigdemont eran indispensables para alcanzar la mayoría de 176 avales. Los “sí” fueron 171 y los “no”, 179.
Junts exigía a los socialistas que votaran a favor de enmiendas destinadas a contrarrestar las decisiones recientes de dos jueces que pidieron la instrucción de dos casos que podrían salpicar a Puigdemont, uno por presunto terrorismo y otro por supuestamente mantener contactos con Rusia para conseguir apoyo a la independencia de Cataluña, hechos que podrían impedir que la amnistía incluya al líder separatista.
Sánchez está convencido de que la ley de amnistía rechazada por el pleno del Congreso ofrece todas las garantías para conseguir el objetivo que se propone y, por ello, no prevé cambios que cree que sí podrían ponerla en riesgo y centrará sus esfuerzos en convencer a Junts para que la apoye. De todas maneras, aunque la ley de amnistía fuese aprobada, será apenas el primer obstáculo superado. El Partido Popular (PP) prometió hacer todo lo posible para ralentizar el paso del proyecto por el Senado, donde dispone de mayoría absoluta.
La fragilidad parlamentaria del PSOE constituye un severo desafío para los intereses españoles. Para garantizarse su supervivencia política, Sánchez se muestra proclive a conceder a Puigdemont, un prófugo de la Justicia española, todo lo que este le pida.
LA NACION