En Recoleta: Una pareja de arquitectos se mudó un edficio diseñado por Mario Roberto Álvarez y recuperó las virtudes del proyecto original

El edificio, ubicado en la calle Posadas, se terminó de construir en 1959 y aún conserva la gran mayoría de los materiales y el mobiliario de aquella época.

Facundo Morando y Agustina Raspagliesi vivían a unas pocas cuadras de Posadas y Schiaffino, y cada vez que pasaban por esa esquina crecía su fantasía de mudarse a la “joyita de la arquitectura” (en sus palabras) que allí se levanta desde 1959: ni más ni menos que una obra de Mario Roberto Álvarez, en la que uno de los padres de la arquitectura argentina eligió residir. Ellos, también arquitectos, añoraban seguir sus pasos, al igual que unos cuantos colegas más.

“Somos muchos los arquitectos que vivimos acá y sacamos provecho de este diseño de planta libre”, cuentan el director del estudio Richter Dahl Rocha (RDR) en Buenos Aires y su mujer, que trabaja para una empresa constructora. “Esa es una de las cualidades que más destacamos del proyecto; también, las vistas increíbles que se abren hacia Avenida del Libertador y Plaza Francia, y detalles tan pensados como la altura de 2,70 metros, un poco más que lo estándar, todo un valor agregado para el departamento”, afirma Facundo Morando, cuyo equipo fue galardonado con el premio Konex de Platino a fines del año pasado.

“Queríamos un sillón de líneas puras que se acoplara bien al estilo racionalista del departamento, y decidimos diseñarlo nosotros La forma en L nos ayuda a sectorizar los espacios de esta planta integrada”

Los estantes de la biblioteca de hierro toman la medida de la columna existente

Entre el living y la biblioteca, se abrió un vano para que se viera la tercera ventana y agrandara, así, la escala del departamento, en términos visuales. El nuevo marco de madera quedó a tono con el resto de las puertas y está listo para recibir hojas corredizas

El arte de ser simple dentro de un mundo complicado

“Como el mismo Mario Roberto Álvarez suele decir, ‘sencillez y claridad, simplicidad estructural, solvencia técnica, pureza formal, calidad de los espacios, las proporciones y los detalles’ son los principios de su obra y –al mismo tiempo– los atributos de una arquitectura moderna que está realizada desde una convicción profunda y auténtica. Una arquitectura que no se deja atrapar por los dogmas, que no requiere explicaciones que la mirada sea incapaz de apreciar”.

Así se describía el trabajo de uno de los arquitectos más influyentes de la Argentina en una entrevista que le hicieron al propio Álvarez (1913-2011) en el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires tres años antes de su muerte. Algunos historiadores lo resumirían como “el arte de parecer simple”. Porque es justamente eso lo que transmiten sus proyectos, sin dejar de lado la sofisticación. En un libro que recopila el trabajo de MRA y Asociados, el estudio asegura que su fundador seguía sus obras desde el proyecto hasta el final, sin limitarse al diseño sino dirigiendo la construcción y, “de ser necesario, volviendo una y otra vez sobre sus detalles”.

Cuenta el inmemorial encargado de este edificio en Recoleta que Álvarez asistió a cada reunión de consorcio para velar porque se mantuvieran la esencia, el mobiliario y los materiales originales, como las carpinterías de hierro, el piso de Travertino, la madera y la piedra Mar del Plata. “Da placer entrar a un edificio en el que cada detalle y elección material han sido tan estudiados”, concluye Agustina Raspagliesi.

“El piso de madera es el original. Sabemos que el departamento donde vivía Mario Roberto Álvarez en este mismo edificio estaba cargado de carácter y tenía granítico negro, en vez de parquet. Se lo permitía tanta luminosidad”

“Somos pequeños coleccionistas. Afortunadamente, compartimos muchos viajes y, entre otras cosas, losaprovechamos para nutrirnos de arte y traer objetos decorativos”

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“Como el dueño anterior había agrandado la cocina y remodelado alacenas y bajomesadas, simplemente tomamos como base lo existente, cambiamos las tapas y los revestimientos y pusimos nuestro equipamiento”

“Otro de los grandes aciertos del proyecto original fue la ubicación del núcleo de ascensores y servicio. Se colocó en la zona más oscura del terreno en esquina, lo que da como resultado que todos los ambientes tengan vista al verde”

Al igual que el sillón, la cama matrimonial fue diseñada por los arquitectos para adaptarse con precisión al departamento

Facundo y Agustina unificaron dos espacios e hicieron un gran dormitorio para sus hijos: así lo proponían, también, los documentos originales

Los murales son montajes en Photoshop diseñados por Facundo e impresos en una gráfica

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