La incómoda revelación de John Leguizamo: “Trabajar con Patrick Swayze fue difícil porque era neurótico y un poquito inseguro”

¿Reinas o reyes?, la película de 1995 dirigida por Beeban Kidron cuenta con varios condimentos que, con el tiempo, lograron ubicarla en el caprichoso universo de los filmes de culto: la participación de RuPaul, quien ya era toda una estrella en el circuito drag, pero se convertiría el máximo exponente de aquella disciplina con su eterno reality Drag Race; la reaparición de la Gatúbela más sensual hasta la aparición de Michelle Pfeiffer, Julie Newmar; y la posibilidad de ver a tres actores “duros” en papeles impensados. Esos tres actores, Patrick Swayze, Weisley Snipes y John Leguizamo, defendieron con uñas y dientes a sus personajes y a la película de las críticas adversas, pero según reveló esta semana uno de ellos, la relación que mantuvieron dentro del set distó mucho de ser armónica.

La trama se centra en tres drag-queens, Nexxema Jackson (Snipes), Vida Boheme (Swayze) y Chi-Chi Rodríguez (Leguizamo) que emprenden un viaje desde Nueva York hacia Hollywood para participar de un concurso. La travesía sirve de excusa para mostrar que en muchos de los pueblos y ciudades estadounidenses por los que pasan, el trato hacia personas como ellos es mucho menos respetuoso y fluido al que reciben en las grandes urbes. Todo se complica cuando su auto se avería y quedan varados en Snydersville, donde sheriff Dollard (Chris Penn), un hombre homofóbico, racista y sexista, comienza a perseguirlos.

La clave del film está puesta en cómo los tres protagonistas bien diferentes -un hombre de color que se siente representado por Dorothy Dandridge, la actriz negra que brilló a mediados del siglo pasado y se negó sistemáticamente a interpretar personajes de esclava; un blanco de pueblo con una moral rígida y ciertas aspiraciones aristocráticas, y un joven latino algo inseguro, pero valiente- tienen que unirse para afrontar los problemas que comienzan a surgir. Esa unión, según Leguizamo no tuvo un correlato cuando las cámaras se apagaban.

En una entrevista concedida al programa radial conducido por Andy Cohen, el actor reveló que fue “difícil” trabajar con Swayze. “Que descanse en paz. Lo amo. Él simplemente era neurótico y yo no... Ya sabés, yo también soy neurótico, pero no lo sé. Simplemente... Fue difícil trabajar con él”, recordó. Y explicó: “Simplemente, él era neurótico. Creo que tal vez un poquito inseguro, también”.

El actor dejó en claro que con el otro protagonista, Snipes, sí pudo convivir en el set en armonía. “Wesley y yo vibramos de la misma manera, porque somos personas de color y sentimos que nos teníamos el uno al otro”, indicó. Y, a la hora de señalar cuáles eran las situaciones que generaban discordia, reconoció: “Yo suelo improvisar, y eso a Patrick claramente no le gustó”.

“Él me decía: ‘¿Vas a decir una línea como esa?’ Y yo le respondía: ‘Ya me conocés. Voy a dejar que fluya, voy a seguir inventando líneas’”, indicó Leguizamo. Y continuó recordando: “Él me insistía: ‘Bueno, ¿podés decir el diálogo tal como está?’ Y yo le contestaba que no. La directora, además, no quería que lo hiciera”.

Tanto Swayze como Leguizamo terminaron ganando nominaciones a los premios Globo de Oro por sus interpretaciones en la película. El reparto secundario de la película, además de RuPaul, Penn y Newmar, también incluyó a Stockard Channing, Blythe Danner y Arliss Howard. El actor indicó que más allá de los reconocimientos, el film fue “muy importante” porque instaló un tema del que en ese entonces no se hablaba. “Muchas personas transgénero y de la comunidad LGBTQ+ se me acercan, ahora son un poco mayores, y me dicen que gracias a esos personajes se sintieron seguros de salir del armario y hablar con sus padres. Eso es lo que se supone que debe hacer el arte. Se supone que el arte da valor a la gente. Se supone que el arte enseña a las personas empatía. Para eso me metí en el negocio”, indicó.