La insólita polémica que frenó la construcción de baños públicos en un parque porteño

La semana próxima se realizará una inspección ocular en el Jardín Botánico porteño para determinar si el avance de una obra puede perjudicar las instalaciones con protección histórica y patrimonial y, sobre todo, la colección de árboles y plantas y su valor científico. Un puñado de baños públicos, de no más de 60 metros cuadrados, provocó una polémica que escaló hasta la Justicia la que deberá resolver si se derriba lo ya construido o si autoriza la continuidad del proyecto.

En el predio, de ocho hectáreas, la demanda de baños públicos era una de solicitadas por los visitantes que llegan a ser un millón por año, sin contar niños y alumnos de visitas guiadas. Dos espacios para hombres y dos para mujeres eran los únicos sanitarios disponibles, por lo cual la ampliación era una de las prioridades de la dirección de Botánico. Pero un grupo de vecinos que vive frente a esa obra realizó elevó un recurso de amparo que recayó en el Juzgado en los Contencioso Administrativo N°1, a cargo de Romina Lilian Tesone, que frenó momentáneamente los trabajos. La magistrada es ahora la que deberá resolver la cuestión de fondo.

La obra que causó polémica se había iniciado en julio sobre la entrada ubicada en República Árabe Siria y Beruti y provocó la reacción de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. El Jardín Botánico, creado por Carlos Thays en 1898, es considerado patrimonio histórico por lo que las autoridades de la Comisión alertaron, además del recurso de amparo, por la intervención del espacio. “Nos enteramos de la remoción de tierras, nunca nos mandaron un proyecto. Cuando con la obra estaba avanzada lo hicieron y se rechazó”, contaron.

Tesone convocó a las partes para encontrar una solución en una audiencia en la que estarán presentes la directora general de Patrimonio, Museos y Casco Histórico de la Ciudad, Martina Magaldi; el subsecretario de Políticas de Infraestructura Verde Urbana y Desarrollo Sostenible; Ariel Álvarez Palma; y la directora del Botánico, Graciela Barreiro.

“Hace 14 años que estoy a cargo del jardín y la única queja que teníamos fueron la de los baños públicos. El jardín mejoró muchísimo, dejó de ser la plaza a los vecinos para ser un Jardín Botánico como corresponde, con certificado arboretum a nivel internacional, lo que significa que contamos con una colección de árboles de valor científico”, explicó Barreiro.

“Cuando este año llegó la oportunidad de hacer algunas obras pequeñas había prioridades: poner en valor la casa principal, arreglar los senderos que estaban un poco degradados y que son complicados para la accesibilidad de sillas de ruedas y carritos, y la ampliación de los baños. La cantidad de baños que tenemos no alcanza a cubrir nuestra demanda y con la reforma llegaríamos a unos 13 sanitarios”, explicó la Ingeniera Agrónoma y Magister en Gestión del Ambiente.

La obra ya está avanzada en un 50%, tiene las paredes y faltan los techos, las aberturas y todos los detalles. Desde el Botánico, que depende de la Agencia de Protección Ambiental, aseguran que no hubo daño ambiental ni estructural porque se amplió el núcleo existente, se utilizaron las salidas cloacales instaladas y no se afectó el sistema de riego de la plantación.

“Es bastante difusa la declaración patrimonial, pero suponemos que se trata de todo lo que está dentro del parque, de las rejas y de la entrada. Pero la ciudad tiene su propia normativa, no solo de conservación del patrimonio edilicio y natural, sino también normativa de accesibilidad y de servicios al ciudadano que estaríamos incumpliendo en este caso porque no contamos con la cantidad de baños necesarios ni la accesibilidad a los servicios sanitarios”, amplió Barreiro. “Estos baños proveen servicio a miles de ciudadanos beneficiados y los vecinos en contra son un puñado”, agregó.

Colección científica

El Botánico cuenta con una colección de 1500 especies de árboles, arbustos, cactus, bromelias, entre otras, y está trabajando en crear una de orquídeas. En total con más de 5000 ejemplares, el 60% de flora nativa de la Argentina y el resto de los lugares templados del mundo, al aire libre y en invernáculo, que permitieron alcanzar la calificación internacional de arboretum.

Se destacan también el jardín de mariposas, la presencia de aves, los hongos que se generan en forma natural, las palmeras y el bosque del jardín compuesto por troncos, ramas, hojas y raíces considerado uno de los sumideros de carbono más importantes de la ciudad. Además, en el aniversario 125° se inauguró un Centro de Interpretación Botánica, un área de educación para el visitante que sirve como portal de entrada al predio y permitirá disfrutarlo con otra mirada.

Algunas de las recomendaciones para los visitantes son las áreas de botánica, donde las plantas están organizadas por familias, la del bosque argentino, donde están las especies del bosque templado de todo el país, tanto del Chaco seco, como de la Mesopotamia, como del NOA, y la sección de “Los Cinco Continentes” donde se encuentran los árboles de todo el mundo de zonas templadas. “Es la parte más baja vecina a la avenida Las Heras, en la esquina con República Árabe Siria, un lugar bellísimo surcado por estanques con agua que corre. Además, tenemos dos pequeños jardines de estilo, uno el romano y el otro el francés, pensados por Thays en su momento. Y un patrimonio cultural muy importante de unas 29 esculturas”, indicó Barreiro.

El jardín de Thays había sido protagonista de otra polémica por la realización del espectáculo Secret Garden que se realizó el mes pasado con instalaciones lumínicas y sonoras en el predio. “El Botánico fue declarado monumento histórico nacional (MHN) en 1996 y eso el gobierno porteño no puede ignorarlo; están incumpliendo la ley 12.665″, había alertado en su momento la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.